Bombas de calor planetarias

Breve descripción

En este conjunto de tres actividades, los alumnos aprenderán cómo influye la circulación oceánica en el clima. En la actividad introductoria, realizan cálculos para comparar el impacto relativo del calentamiento global en la atmósfera y los océanos. Una actividad práctica en la que se utilizan equipos de fácil acceso permite a los alumnos ver cómo el agua a diferentes temperaturas puede formar capas en el océano y estudiar cómo podrían utilizar esto para explorar el efecto de los cambios en la salinidad. En la última actividad, los alumnos utilizan la aplicación web Climate from Space para obtener más información sobre la corriente del Golfo.

Asunto Geografía, Ciencia, Ciencias de la Tierra

Objetivos de aprendizaje
  • Realizar cálculos para comparar el papel de los océanos y la atmósfera en la regulación del clima.
  • Explique cómo surge la circulación termohalina mundial
  • Describir cómo las corrientes oceánicas transportan agua y energía alrededor de la Tierra
  • Utilizar un modelo para examinar el movimiento del agua a diferentes temperaturas y explicar la estratificación en el océano.
  • Diseñar métodos prácticos para investigar una cuestión sobre cómo se mueve el agua en los océanos.
  • Describir el comportamiento de la corriente del Golfo utilizando información procedente de datos climáticos.
  • Sintetizar los datos de los registros de al menos dos variables climáticas esenciales para explicar una correlación o tendencia observada.
Edades
14 - 16 años
Tiempo
aproximadamente 45 minutos por actividad
Recurso disponible en:
Actividad 1: Bombas de calor planetarias
En esta actividad basada en la lectura, los alumnos realizarán cálculos utilizando la capacidad calorífica específica. Se da la ecuación correspondiente, por lo que los alumnos no necesitan tener conocimientos previos del término. Una o las dos partes de la actividad (la lectura y los cálculos) pueden proponerse como deberes para casa en función de la capacidad de los alumnos. 
Actividad 2: Subida y bajada del agua 
En esta actividad práctica, los alumnos reproducen la termodinámica oceánica en un recipiente, utilizando agua coloreada para seguir los flujos y ver cómo se forman y mantienen capas de agua a diferentes temperaturas. Se les pide que piensen cómo pueden utilizar el modelo para demostrar otros aspectos de la circulación oceánica. 
Equipamiento
  • Contenedor transparente grande por grupo
  • Recipiente pequeño por grupo para sumergir en el recipiente más grande
  • Bolsas de plástico
  • Gomas elásticas o cordeles
  • Colorante alimentario o tinta
  • Hielo en un cubo para enfriar, o agua refrigerada
  • Acceso a agua caliente y fría
  • Cronómetro o reloj por grupo (opcional)
  • Cámara o smartphone por grupo (opcional)
  • Termómetros (opcional)
  • Paños o toallas de papel
  • Ficha 2 (2 páginas)
  • Materiales para crear carteles o programas informáticos para crear vídeos o presentaciones
  • Recursos en línea sobre el clima desde el espacio: Historia de las bombas de calor planetarias (opcional)
Actividad 3: La corriente del Golfo 
En esta actividad, los alumnos utilizan la aplicación web Climate from Space para observar las temperaturas de la superficie del mar a lo largo de la trayectoria de la Corriente del Golfo y los datos descargados para comparar patrones y tendencias a lo largo de la Corriente del Golfo con los observados en otras partes del Atlántico Norte. A continuación, investigan y explican los vínculos entre la temperatura de la superficie del mar y otra variable climática utilizando los conocimientos adquiridos durante el estudio del tema. 

¿Lo sabías?

Antes de la era de los satélites, la temperatura del océano sólo podía medirse con termómetros conectados a la costa, bajados de barcos o fijados a boyas o sumergibles. Por supuesto, esto significaba que las mediciones eran irregulares y que había registros continuos en muy pocos lugares. Las cámaras térmicas de los satélites pueden detectar la temperatura de la superficie del océano en todo el mundo a intervalos regulares. Un satélite en órbita geoestacionaria puede ver cada sección del mar en un hemisferio concreto una vez cada quince minutos aproximadamente; uno en órbita polar, más cerca de la Tierra, puede ver con más detalle y cubrir todo el planeta, pero sólo medirá la temperatura en un lugar concreto cada diez días aproximadamente.

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La observación de nuestro planeta con ayuda de satélites depende en gran medida de las diferentes características de sus sensores. La resolución espacial, que se explica en este vídeo, es una de estas características. Vídeo de...