Proyectos de los detectives del clima 2019-2020

Título del proyecto: Investigación sobre inundaciones repentinas e incendios forestales en el oeste del Ática

Equipo: Exploradores de inundaciones e incendios forestales  Proyecto con mención especial

2019-2020   Centro de Educación Internacional de la Escuela Moraitis   Atenas   Grecia   6 Edad del alumno: 14-15

Los incendios forestales pueden contribuir significativamente a aumentar la incidencia de las inundaciones repentinas, a menudo causadas por fuertes tormentas. Hemos investigado este fenómeno en la zona occidental del Ática, cerca de Atenas, centrándonos en dos casos: 1) La reciente inundación repentina en Kineta el 25/11/19, en relación con el incendio forestal en el Monte Geraneia del año anterior (el 23/7/18 - el mismo día que el terrible incendio de Mati) 2) La mortal inundación en Mandra el 15/11/17, en relación con varios incendios forestales en el Monte Pateras en años anteriores. Examinamos los cambios en el microclima antes y después de los incendios forestales y las inundaciones, las anomalías en el clima local durante los últimos 40 años, así como las condiciones meteorológicas locales en los días de las tormentas. Nos basamos en los datos de observación remota del satélite Copérnico proporcionados por la ESA, en el explorador Climate Data Store-ERA 5 y en los datos climáticos locales proporcionados por el HNMS (Servicio Meteorológico Nacional Helénico). La deforestación es un grave problema medioambiental. La probabilidad de inundaciones aumenta con la deforestación y la consiguiente erosión del suelo. La deforestación es a menudo el resultado de los incendios forestales. En los últimos años, los incendios forestales han tenido graves consecuencias en la biodiversidad de todo el planeta (Amazonia, Siberia, Alaska, Australia). En esta investigación investigamos la relación entre los incendios forestales y las posteriores inundaciones repentinas en el oeste de Ática, cerca de Atenas (Grecia). Uno de los fenómenos del cambio climático es un tiempo más extremo, como la aparición de largos periodos de sequía seguidos de fuertes lluvias. El aire más caliente de la atmósfera puede retener más agua, lo que aumenta la posibilidad de que se produzcan inundaciones repentinas. Éstas suelen intensificarse debido a las fuertes tormentas locales y a la falta de planificación urbana. Las consecuencias inmediatas de las inundaciones y los incendios forestales son la pérdida de vidas humanas y animales, los daños materiales, la degradación de los recursos naturales, la destrucción de las cosechas y el mal funcionamiento de las infraestructuras. Todo ello puede tener graves repercusiones económicas, sociales y psicológicas.

Nuestros resultados se refieren a las FIG 1-9, de las que se pueden extraer conclusiones. El incendio forestal del 23/7/18 en el monte Geraneia por encima de Kineta quemó 60.000 acres, 53.000 de los cuales eran zonas forestales. La destrucción del bosque ha jugado un papel clave en el episodio de inundaciones de un año después, en noviembre de 2019, ya que el agua que llegó con ímpetu desde las montañas no fue contenida por la vegetación y arrasó muchos árboles quemados. En FIG 1-2, comparamos la vegetación antes y después del incendio forestal utilizando el NDVI (Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada) en https://apps.sentinel-hub.com/eo-browser. Del mismo modo, en la FIG 3-4, comparamos la humedad del suelo utilizando el índice de humedad. En estas figuras queda claro que antes de los incendios la vegetación era más intensa y el suelo más húmedo. A continuación, examinamos las anomalías del clima local durante los últimos 40 años utilizando https://cds.climate.copernicus.eu/apps/c3s/app-era5-explorer. En la FIG 5, se muestra la anomalía de la precipitación anual para los años 1979-2019 como porcentaje relativo al periodo de referencia 1981-2010. En la FIG 6, la anomalía anual de la temperatura se muestra en forma de franjas de calentamiento. Utilizando estos gráficos, calculamos que en los últimos 20 años se produjo un aumento medio anual de las precipitaciones de +14% y un aumento de la temperatura de +0,5°C. Los parámetros meteorológicos en los días de las dos inundaciones se examinaron utilizando datos de la cercana estación meteorológica de Eleusis, amablemente facilitados por el HNMS (Servicio Meteorológico Nacional Helénico). En la FIG 7, la crecida del Kineta coincidió con el registro máximo de 31 mm de lluvia. Sin embargo, como se observa en la FIG 8, durante la inundación de Mandra se registraron pocas precipitaciones. Esto indica que la inundación tuvo un carácter especialmente local. La extrema rapidez de la tormenta se muestra en la FIG 9, donde la tasa de precipitaciones supera los 100 mm/hora.

El Ática ha sufrido dos grandes catástrofes en los últimos años. El incendio forestal de Mati en 2018 y la inundación repentina de Mandra en 2017 se cobraron 129 vidas, incluidos niños. Los daños medioambientales que provocan los incendios forestales suelen ir ligados a un mayor riesgo de inundaciones. Los incendios forestales a gran escala alteran drásticamente el terreno y las condiciones del suelo. Normalmente, la vegetación absorbe las precipitaciones, reduciendo la escorrentía, mientras que los incendios forestales dejan el suelo carbonizado, estéril e incapaz de absorber el agua, creando condiciones propicias para las inundaciones repentinas y las corrientes de lodo. El riesgo de inundaciones sigue siendo mucho mayor hasta que se restaura la vegetación, lo que tarda años tras un incendio forestal. Es urgente tomar medidas para prevenir estos sucesos para la protección de nuestro medio ambiente, pero también para la protección inmediata de nuestras comunidades. En primer lugar, hay que proteger los bosques y acelerar la reforestación. Una solución rápida para minimizar la erosión del suelo sería enriquecerlo añadiendo sustancias nutritivas. También es importante garantizar una sección transversal adecuada para las corrientes de agua. La puesta en marcha de un sistema digital de alerta temprana, tanto para incendios forestales como para inundaciones repentinas, podría salvar vidas y hace tiempo que debería haberse hecho. Además, es de suma importancia concienciar sobre la necesidad de proteger nuestro hábitat natural. En el Ática, tanto la temperatura como las precipitaciones muestran un aumento significativo en los últimos 20 años. Es crucial reducir las emisiones de carbono en la industria y el transporte recurriendo a fuentes de energía renovables en lugar de combustibles fósiles. El efecto del cambio climático en el riesgo de incendios forestales e inundaciones también se ve potenciado por factores sociales (por ejemplo, el crecimiento demográfico en la interfaz urbano-forestal), que tienden a aumentar la escala y duración de las consecuencias ecológicas y económicas adversas. Por último, no hay que subestimar los efectos psicológicos de estos fenómenos. El desplazamiento del hogar, la pérdida de propiedades, medios de subsistencia y la alteración de los asuntos sociales pueden causar un estrés continuo, que puede ser abrumador y producir un impacto psicológico duradero.