Climate Detectives Proyectos 2023-2024
Título del proyecto: Ansiedad climática en la juventud belga
Colegio Hagelstein Sint-Katelijne-Waver Bélgica
¿Cómo afronta la juventud belga el cambio climático?
Los jóvenes experimentan estrés por la crisis climática. Una investigación de Ipsos, Ámsterdam, muestra que el 20% de la población holandesa de entre 16 y 30 años experimenta ansiedad climática. La ansiedad climática es un término que engloba todos los efectos negativos que experimentan las personas como consecuencia del cambio climático. Puede provocar dolencias mentales como tristeza, ira, miedo e impotencia, así como dolencias físicas como dolores de cabeza y fatiga. Según el estudio de Ipsos, los adultos también son conscientes del cambio climático, pero parecen haber renunciado más a luchar contra él.
El clima también afecta al estado de ánimo de las personas. De hecho, el contacto de la piel con la luz solar desencadena la producción de serotonina, la sustancia que nos proporciona buen humor, ya que esta hormona suprime emociones negativas como la ansiedad, la agresividad y la tristeza. La vitamina D también es producida por la luz solar e indirectamente disminuye el riesgo de depresión. Esto tiene que ver con la influencia que ejerce sobre la función cerebral y las vías hormonales. La temperatura afecta a los niveles de energía: la tendencia a hibernar se dispara con las temperaturas frías, que nos hacen sentir más cansados. Una temperatura demasiado cálida también provoca fatiga y pereza, ya que utilizamos energía para refrescarnos.
Nuestro estudio examina la relación entre el tiempo y el bienestar de los estudiantes del Colegio Hagelstein. ¿Cómo afecta el clima a su bienestar? ¿Cómo afecta la ansiedad climática a su bienestar?
Para nuestra primera investigación, enviamos un formulario de google cada semana (de enero a marzo) a una clase de 22 alumnos. El grupo está formado por 6 chicas y 16 chicos de entre 15 y 17 años. En estos formularios preguntamos sobre la escala de felicidad de los estudiantes en relación con el tiempo. A finales de marzo de 2024 enviamos otro formulario, esta vez a los 800 alumnos del Colegio Hagelstein, de entre 12 y 18 años. Se preguntó a los alumnos sobre la concienciación del cambio climático y sus efectos en el bienestar.
¿Cómo afronta la juventud belga el cambio climático?
A partir de los resultados de nuestro interrogatorio semanal, observamos correlaciones leves entre la temperatura y la condición física y entre la temperatura y el nivel de concentración. Ambas correlaciones podrían explicarse por la energía que consume un cuerpo para calentarse. Cuando la temperatura es baja, los alumnos suelen sentirse más tristes. Esto podría estar relacionado con hormonas como la serotonina que se producen al exponerse a la luz solar.
A continuación, hicimos una encuesta para toda la escuela, para alumnos y personal. Recibimos un total de 300 respuestas, de las cuales 121 eran de alumnos y 173 de alumnas. 94% de las alumnas y 91% de los alumnos eran conscientes del cambio climático y sus consecuencias. Como pregunta complementaria, les preguntamos si estaban preocupados por el cambio climático: 26% de todos los alumnos estaban realmente preocupados, frente a 41% de todas las alumnas. En conclusión, existe una diferencia significativa de ansiedad entre sexos. Estudios anteriores sobre la salud mental de los adolescentes confirmaron que, durante la adolescencia, las chicas experimentan mayores niveles de estrés que los chicos.
31% de los alumnos más jóvenes, de 12 a 15 años, consideraban que el cambio climático era un problema, frente a 27 de los alumnos mayores (de 16 a 18 años). En cambio, 79% del personal estaba preocupado. Inesperadamente, el personal adulto parecía más preocupado por el cambio climático que los alumnos.
16% de los estudiantes experimentan estrés adicional debido al cambio climático. A 23% le preocupan los problemas relacionados con el cambio climático a los que nos podemos enfrentar en Bélgica en un futuro próximo. Por último, exploramos cuáles creen los estudiantes que son los tres problemas mundiales más importantes. 70% incluyó el cambio climático, pero aún más encuestados consideran que la guerra es un problema mayor.
Así pues, llegamos a la conclusión de que los estudiantes no están realmente tan preocupados por los problemas climáticos. Hasta la fecha, la preocupación más importante de los estudiantes son los conflictos y la guerra. Últimamente, la guerra aparece en las noticias casi todos los días y recibe mucha atención de los medios, mientras que el cambio climático recibe menos atención.
Quizá si los medios de comunicación y las noticias pusieran más de relieve el cambio climático, más gente sería consciente de la situación. Y lo que es más importante, es de esperar que más gente entendiera los problemas que causa el cambio climático y comprendiera que es una amenaza grave que hay que resolver. Otra posible solución podría ser emprender acciones colectivas en las escuelas. Una de las causas del estrés climático es el pensamiento de impotencia. Si las escuelas promovieran la colaboración hacia objetivos ecológicos productivos, los alumnos con estrés climático probablemente se sentirían mejor. Una posible acción podría ser limpiar el patio de recreo o el barrio. Otra posible idea es abrir el debate y concienciar sobre las consecuencias del cambio climático haciendo experimentos sobre el tema. Por ejemplo, los profesores podrían demostrar los efectos del dióxido de carbono en las algas haciendo un experimento a pequeña escala. De este modo, los alumnos serían más conscientes de las consecuencias y estarían más motivados para cambiar las cosas.
Los equipos crean los proyectos y asumen toda la responsabilidad de los datos compartidos.
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