Título del proyecto: Investigamos nuestra playa: Proyecto Medusa.

Equipo: Fuerza acuática

C.E.Pr. Víctor de la Serna   Estepona   España   25 Edad del alumno: 8-9 años, 10-11 años

¿Qué relación existe entre las condiciones del agua de nuestra playa, el clima y la aparición de plagas de medusas? ¿Cómo influyen estos factores en el ecosistema de nuestra playa?

En los últimos años, cada verano aparecen grandes plagas de medusas en las playas de Estepona. Creemos que el aumento de la temperatura de las aguas del Mar Mediterráneo así como el nivel de salinidad son factores que están influyendo en este fenómeno.
Los datos para nuestra investigación proceden de las mediciones que hemos realizado una vez a la semana de la temperatura y el nivel de salinidad del agua en la playa de La Rada, muy cerca de nuestro colegio, durante los meses de febrero, marzo y abril y de los datos recogidos por el Instituto Español de Oceanografía de Málaga y otros del satélite Copérnico. También pretendíamos hacer observaciones de las condiciones físicas y de los seres vivos (o restos de ellos) de la misma, pero todos los días, muy temprano, el servicio municipal de mantenimiento de playas limpia la arena, por lo que nuestras observaciones no son válidas.
Las mediciones se han realizado utilizando una tarjeta Microbit y sensores sumergibles. Para ello, los alumnos han programado el dispositivo y previamente han comprobado la precisión tanto del sensor como de la tarjeta calibrándolos con un termómetro sumergible.
Los alumnos han realizado un estudio de las características de las medusas: alimentación, morfología, tipos, curiosidades... sus relaciones con otros seres vivos y factores físicos así como su importancia dentro del ecosistema.

Los océanos hacen posible la vida en nuestro planeta; regulan el clima, producen una parte muy importante del oxígeno y albergan 90% de la biodiversidad de la Tierra. El Mediterráneo, el Mare Nostrum, que baña las costas de Estepona, es también un factor histórico y cultural crucial y un elemento económico fundamental. El mar es un elemento altamente sensible al cambio climático. Sabemos que el Mediterráneo muestra una tendencia continua al calentamiento desde los años 80, con un aumento de su temperatura superficial de aproximadamente 1ºC cada 28 años y de 0,22ºC cada siglo en las capas intermedias, y a partir del año 2000 presenta datos récord de temperatura superficial. Nuestras mediciones de la temperatura superficial, así como las proporcionadas por el Instituto Español de Oceanografía, avalan esta tendencia.
El Mediterráneo es un mar formado por muchos mares con características particulares. El que nos ocupa es el Mar de Alborán, el más occidental, que nace en el Estrecho de Gibraltar donde se comunica con el Océano Atlántico. Las aguas atlánticas entran por el Estrecho de Gibraltar provocando que las aguas superficiales del Mar de Alborán sean de menor temperatura y salinidad que las aguas más orientales, siendo, además, las aguas costeras más salinas que las de alta mar. La diferente salinidad, temperatura y densidad de las aguas atlánticas y mediterráneas así como el intercambio de calor y agua entre el mar y la atmósfera forman remolinos, frentes y filamentos. En cuanto a la aparición de medusas en las playas, los expertos afirman que los dos grandes remolinos o giros anticiclónicos del mar de Alborán, formados por las corrientes de agua que entran desde el Atlántico, atrapan a las medusas, impidiendo que lleguen a la costa. Sin embargo, si estos giros no están bien definidos debido a las tormentas durante la primavera, las medusas quedarían fuera de estas corrientes y aparecerían en las costas. Este hecho, unido al desequilibrio del ecosistema debido a la pesca excesiva de especies que compiten por el alimento con las medusas, y a la disminución de depredadores, provoca un aumento de la población de medusas y una mayor probabilidad de que aparezcan en las playas tras una primavera tormentosa. Para este verano de 2022 hay dos factores añadidos que pueden incidir: las cenizas en el mar tras los incendios de Sierra Bermeja y la bruma, que provoca un aporte de nutrientes que pueden ser utilizados en la fotosíntesis por los productores, aumentando el alimento para las medusas.

Las medusas tienen muy mala fama. Son molestas porque provocan lesiones debido a las sustancias tóxicas de sus tentáculos, por lo que hay que tener cuidado al bañarse si se avisa de que se acercan a la costa; es difícil bañarse tranquilamente si se acercan a la playa. En algunas ocasiones, si llegan en gran número, provocan la prohibición del baño por lo que, en general, podemos decir que no gustan a nadie y es normal que niños y niñas se entretengan jugando a sacarlas del agua y amontonarlas en la arena. Una de las conclusiones de este trabajo es la necesidad de difundir el mensaje de respeto hacia estos seres vivos aunque nos resulten molestos. Aunque no nos gusten las medusas, están en su hábitat y somos nosotros, las personas, quienes estamos invadiendo su medio natural además de alterar sus condiciones físicas. Hemos realizado murales informativos y programas en Scratch informando sobre aspectos relevantes de las medusas: tipos, características, partes y curiosidades así como un juego con una medusa como protagonista. Esperamos difundir el mensaje sobre la importancia de nuestro mar, la necesidad de su conservación y el respeto a la vida marina, incluidas las medusas.

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