Proyectos de los Detectives del Clima 2018-2019

Título del proyecto: Variabilidad y análisis de series temporales de las precipitaciones en Italia: un estudio de caso de una zona costera de la región de los Abruzos

Equipo: Prometeo 2018

2018-2019   Liceo Científico Estatal   Pescara   Italia   18 Edad del alumno: 14-15

En los últimos años parece haber aumentado la frecuencia de inundaciones o sequías en nuestro territorio, con consecuencias considerables para la sociedad y los ecosistemas naturales. En nuestra investigación estudiamos algunos aspectos específicos de las precipitaciones, con especial atención a los eventos intensos, para comprender su evolución en el tiempo y verificar su posible relación con la frecuencia de los periodos de sequía. Para ello analizamos los datos pluviométricos del Servizio Idrografico e Mareografico de la región de Abruzzo desde 1951 hasta 2018 correspondientes a la estación meteorológica de Pescara, situada a pocos kilómetros al sur de Montesilvano, donde se encuentra nuestra escuela. El primer paso consistió en el control de los datos originales para garantizar su integridad y su calidad con el fin de eliminar la posible persistencia o valores atípicos. A partir de los datos referidos a la precipitación diaria, realizamos un análisis estadístico de los valores de precipitación mensual y anual y calculamos una serie de índices pluviométricos de acuerdo con los del Equipo de Expertos en Detección e Índices de Cambio Climático (ETCCDI). Además, comparamos los resultados con los valores del índice SPI (Standard Precipitation Index) del Observatorio Europeo de la Sequía (EDO) para la estación de Pescara a partir de 1975, uno de los índices estadísticos más utilizados para medir las sequías locales. El conocimiento de los extremos climáticos y sus variaciones es especialmente relevante en la definición de las estrategias de adaptación a los cambios climáticos y las posibles políticas de mitigación. De hecho, los fenómenos extremos son a menudo la causa de impactos significativamente negativos sobre la salud, la economía, el territorio, el medio ambiente y la sociedad en general.

En nuestro análisis consideramos días "lluviosos" aquellos con ≥ 1 mm de precipitación. Para cada año calculamos los siguientes índices: a) el número de días lluviosos y la cantidad total de lluvia anual, con lo que obtuvimos el índice de intensidad diaria (SDII, en mm/día); b) el valor máximo mensual de precipitación en 1 día (RX1 día, en mm); c) el índice RX5 relativo al valor máximo mensual de precipitación en 5 días consecutivos (en mm); d) el índice R20, el número anual de días con precipitación muy intensa (precipitación ≥ 20 mm); e) el índice PCI (Precipitation Concentration Index, De Luis et al., 1997) para evaluar cómo se distribuye la precipitación a lo largo de los años; f) el índice CCD, entendido como periodos del año con más o igual a 10 días posteriores de precipitación inferior a 5 mm. Para verificar una posible relación entre los periodos de sequía y los eventos de precipitación intensa se tomaron en consideración los valores del SPI-3 meses de la EDO. Para todos los índices calculados se obtuvieron las medias para el periodo 1951-2018 y se analizaron gráficamente las tendencias. Los resultados obtenidos para todo el rango temporal muestran variaciones poco o nada significativas en los indicadores. Sin embargo del análisis en profundidad de los gráficos muestran una neta irregularidad en la distribución de los índices en el intervalo 1990-1995, marcada por una inversión de las tendencias de negativas a positivas ("punto de cambio"). Por lo tanto, subdividiendo el análisis en dos periodos distintos (1951-1995 y 1996-2018) es posible observar diferencias significativas tanto en los valores medios de los índices (ver tabla) como en la tendencia (ver gráficos). El aumento de la cantidad, frecuencia e intensidad de las precipitaciones a partir de 1996 va acompañado también de una disminución de los periodos de sequía (índice SPI), muy destacada a partir de 2003.

El "calentamiento global" es muy evidente también en nuestra región. La temperatura media diaria está aumentando, durante el período 1930-1979, igual a 0,13°C cada 10 años, mientras que considerando el período 1950-2015, el aumento se muestra igual a 0,42°C por década, aumento que se hace aún más pronunciado (0,60°C por década) considerando el período 1980-2015 (ARTA Abruzzo, Informe sobre el estado del medio ambiente 2018). En la zona estudiada demostramos que en el periodo 1996-2018 este aumento de la temperatura no se traduce en un aumento de las condiciones secas sino en un marcado aumento de los indicadores de precipitación (frecuencia e intensidad de los eventos) y humedad respecto al periodo 1951-1995. Por lo tanto, parece probable que haya habido una relación entre el aumento de la temperatura y un aumento de las precipitaciones intensas (duración y frecuencia), presumiblemente asociado al aumento de la tasa de evaporación dada la distancia del mar. Por tanto, lo que desencadena los eventos intensos objeto de nuestro estudio parece ser el calentamiento excesivo de la atmósfera en la ciudad. La presencia de una gran cantidad de cemento, las superficies asfaltadas que prevalecen sobre las zonas verdes, las emisiones de los coches, las instalaciones industriales y los sistemas de aire acondicionado amplifican los efectos del aumento de la temperatura del aire y, por tanto, podemos actuar sobre ello a escala local para aligerar los efectos de los fenómenos meteorológicos intensos. Consiste en sensibilizar a la opinión pública y a la administración para una gestión más ecológica de nuestro territorio con ventajas para toda la comunidad. Lluvias extremadamente intensas e inundaciones, largos periodos de sequía, aumento de la temperatura del aire, olas de calor, son fenómenos que aumentan los riesgos para la seguridad y la salud de la comunidad y, por tanto, es compromiso de todos reaccionar para mejorar la calidad del medio ambiente y de nuestras vidas, también para las generaciones futuras.