Pregunta a Zachary Foltz

Preguntas del Webinar Climate Detectives: Grandes catástrofes naturales y de origen humano desde el espacio

Los estudiantes podían enviar a la ESA sus preguntas relacionadas con la Tierra hasta el 5 de diciembre de 2024. Estas preguntas fueron respondidas en parte por el experto en el seminario web. Para responder a todas las preguntas enviadas por los equipos, Zachary Foltz escribió las respuestas para ayudar a los equipos a investigar sus proyectos y dar más información sobre temas relevantes.

¡Muchas gracias!

Sobre Zachary Foltz

Me llamo Zach Foltz y actualmente soy ingeniero de investigación en ACRI-ST, una empresa de teledetección del sur de Francia. Mi trabajo consiste principalmente en apoyar a la ESA en actividades relacionadas con la Carta Internacional sobre el Espacio y las Grandes Catástrofes y el Grupo de Trabajo sobre Catástrofes del Comité de Satélites de Observación de la Tierra, ambas iniciativas humanitarias que implican el uso de datos de observación de la Tierra para gestionar mejor las situaciones de catástrofe en todo el mundo. La Carta Internacional se centra en la fase de respuesta inmediata a catástrofes naturales o provocadas por el hombre, como inundaciones, incendios forestales, terremotos, vertidos de petróleo, etc. Durante las catástrofes, los satélites de los 17 organismos miembros de la Carta proporcionan imágenes rápidas de las zonas afectadas, incluso en regiones remotas o inaccesibles. Esta información puede ayudar a los expertos a evaluar los daños, organizar las operaciones de socorro y planificar la mejor manera de reconstruir. Estudié Ingeniería Civil con especialización en recursos hídricos y urbanismo e hice un máster en Gestión de Peligros y Riesgos Medioambientales en la Universidad de Niza (Francia). Mi transición de la ingeniería civil al ámbito de la observación de la Tierra y la gestión de catástrofes se debe a la combinación de mi formación técnica con la pasión por los retos medioambientales críticos a los que nos enfrentamos como sociedad hoy en día.

Zachary Foltz
Sus preguntas
Catástrofes

Sí, los astronautas observan y fotografían regularmente catástrofes (por ejemplo, huracanes, incendios forestales) y cambios medioambientales como la deforestación o la disminución de los glaciares, lo que les proporciona una perspectiva única de las transformaciones de la Tierra.

Diferenciar entre catástrofes provocadas por el hombre y catástrofes naturales puede resultar difícil, sobre todo porque en la actualidad muchas catástrofes están influidas por la actividad humana. Las catástrofes suelen clasificarse en dos grandes categorías:

  • Catástrofes naturales: Se originan en procesos naturales de la Tierra, como terremotos, huracanes, tsunamis, erupciones volcánicas o incendios forestales.
  • Catástrofes antropogénicas (provocadas por el hombre): Están causados directa o indirectamente por la acción humana, como accidentes industriales, vertidos de petróleo, catástrofes nucleares o inundaciones provocadas por la deforestación.

Sin embargo, la distinción es cada vez más difusa:

  • Catástrofes naturales provocadas por el clima: Por ejemplo, los incendios forestales son fenómenos naturales, pero su frecuencia e intensidad se ven amplificadas por el calentamiento global inducido por el hombre y la mala gestión del suelo.
  • Catástrofes híbridas: En sucesos como la rotura de presas durante las inundaciones o los corrimientos de tierras provocados por la deforestación intervienen componentes tanto naturales como humanos.

Un enfoque de clasificación más matizado tiene en cuenta las causas subyacentes y los factores contribuyentes:

  • Causa principal: ¿Se inició el suceso por un proceso natural o por la acción humana?
  • Factores contribuyentes: ¿Amplificaron las actividades humanas la gravedad, la frecuencia o el impacto?

Por ejemplo, un incendio forestal en una estación seca podría clasificarse como "natural" si lo causara un rayo, pero si se viera exacerbado por el calentamiento climático inducido por el hombre, se etiquetaría como "influido por el clima". Así pues, las catástrofes se sitúan a menudo en un espectro entre las causas naturales y las provocadas por el hombre.

Los satélites no pueden detener las catástrofes naturales, pero podrían mejorar los esfuerzos de prevención proporcionando alertas tempranas. Por ejemplo, el seguimiento de la temperatura de la superficie del mar podría ayudar a predecir antes la formación de huracanes. Sin embargo, interrumpir físicamente una tormenta (por ejemplo, con dispersión química) es actualmente inviable debido a limitaciones tecnológicas y éticas.

Sí, los satélites vigilan las condiciones atmosféricas y oceánicas (por ejemplo, Sentinel-3 para la temperatura de la superficie del mar y Sentinel-5P para la composición atmosférica). Las previsiones precisas mejoran la preparación ante catástrofes, protegen las cosechas y reducen las pérdidas económicas.

La tecnología espacial permite vigilar en tiempo real las catástrofes (inundaciones, incendios, terremotos), crear sistemas de alerta temprana y evaluar los daños para la recuperación tras la catástrofe. Por ejemplo:

Sentinel-1: Supervisa las inundaciones y el desplazamiento del suelo.

Sentinel-2: Rastrea la recuperación de la vegetación tras los incendios forestales.

  1.  

Las catástrofes se predicen mediante teledetección (por ejemplo, temperatura, humedad del suelo, actividad tectónica) y modelos que combinan datos de satélite con registros meteorológicos. Por ejemplo:

      • Inundaciones: Seguimiento mediante datos de precipitaciones y humedad del suelo.
      • Sequías: Predicción mediante índices de vegetación y anomalías pluviométricas.

Manténgase informado: Manténgase al día sobre los patrones meteorológicos locales, los riesgos estacionales (como inundaciones, tormentas u olas de calor) y las posibles catástrofes naturales. Sigue fuentes oficiales como agencias meteorológicas y servicios de emergencia locales.

Cree un plan de emergencia: Tenga un plan de emergencia familiar que incluya puntos de encuentro seguros, contactos de emergencia y rutas de evacuación. Guarde en un lugar seguro y de fácil acceso un kit de suministros para catástrofes con artículos esenciales como agua, alimentos no perecederos, linternas, pilas, material de primeros auxilios y documentos importantes.

Fortalezca su hogar: Dependiendo de los riesgos de su zona, refuerce su casa para hacerla más resistente. Por ejemplo, asegurando ventanas y puertas contra huracanes o garantizando que su casa sea resistente al fuego en zonas propensas a incendios forestales.

En el futuro, la tecnología de observación de la Tierra nos ayudará mucho más a predecir las catástrofes naturales y a reaccionar ante ellas. Los nuevos satélites tomarán imágenes más claras y frecuentes de la Tierra, lo que nos permitirá seguir las tormentas, inundaciones e incendios en tiempo real. Sensores avanzados medirán los cambios en la tierra, los océanos y la atmósfera, ayudando a los científicos a predecir antes fenómenos como terremotos o huracanes. Los drones y la IA trabajarán junto a los satélites para analizar los datos con mayor rapidez y guiar las labores de rescate. Estas herramientas facilitarán la preparación ante catástrofes, salvarán vidas y protegerán a las comunidades.

Terremotos son los más difíciles de predecir, ya que se producen repentinamente. A diferencia de los huracanes o las inundaciones, que pueden seguirse a medida que se desarrollan, los terremotos se producen en el subsuelo, por lo que es muy difícil detectarlos antes de que se produzcan. Los satélites no pueden "ver" el interior de la Tierra para saber cuándo van a desplazarse las placas tectónicas. Lo que sí pueden hacer los satélites es ayudar cuando el terremoto ya se ha producido. Pueden utilizar herramientas especiales, como el radar de apertura sintética (SAR), para cartografiar cómo se ha movido el suelo durante el seísmo. Esto ayuda a los científicos a ver dónde son peores los daños y orientar a los equipos de rescate hacia las zonas que más ayuda necesitan. Los satélites también pueden proporcionar imágenes en tiempo real de carreteras, edificios y puentes que puedan haberse derrumbado, lo que ayuda a planificar las labores de recuperación. Aunque los investigadores están trabajando en formas de predecir mejor los terremotos, actualmente dependemos de sensores terrestres como los sismómetros para detectarlos. Los satélites son más útiles para evaluar el impacto después del seísmo que para prevenirlo.

Centinela-1: Rastrea inundaciones y corrimientos de tierras mediante radar.

Centinela-2: Supervisa los incendios forestales y la salud de la vegetación.

Centinela-3: Observa la temperatura de la superficie del mar para predecir tormentas.

Centinela-5P: Analiza la contaminación atmosférica y las erupciones volcánicas.

Cuando se producen varias catástrofes al mismo tiempo, surgen dilemas éticos sobre cómo priorizar los recursos satelitales. Por ejemplo, ¿deben asignarse los datos satelitales a la catástrofe más grave o deben repartirse por igual entre todas las zonas afectadas, aunque algunas puedan tener un impacto inmediato menor? Decidir qué regiones o sucesos reciben más atención puede plantear cuestiones difíciles sobre la justicia, la equidad y el equilibrio de los recursos. Además, algunas regiones podrían carecer de la capacidad tecnológica necesaria para utilizar eficazmente los datos de satélite, lo que plantearía problemas a la hora de garantizar la igualdad de acceso a la información crítica para la respuesta a las catástrofes. Las soluciones pasan por la colaboración internacional (por ejemplo, el CEOS) para coordinar el uso equitativo de los satélites.

Sí, es posible detectar y analizar la intensidad de una tormenta en tiempo real utilizando datos de satélite. La intensidad de las tormentas puede controlarse mediante una combinación de satélites meteorológicos y sensores avanzados, que rastrean diversos parámetros como la velocidad del viento, la estructura de las nubes y las precipitaciones. Satélites como Meteosat (EUMETSAT) y GOES (NOAA) vigilan continuamente y en tiempo real las condiciones meteorológicas sobre Europa y otras regiones. Proporcionan imágenes de alta frecuencia (cada 5-15 minutos) que muestran la formación de tormentas, el movimiento de las nubes y su intensidad.

Los satélites pueden:

      • Detectar los vertidos agrícolas nocivos que provocan la proliferación de algas en los océanos.
      • Controlar las emisiones industriales, proporcionando datos para la normativa.
      • Rastrear microplásticos en el agua y en las partículas atmosféricas.
      • Ayuda a la agricultura de precisión optimizando el uso del agua y los fertilizantes.

Los principales obstáculos a la colaboración internacional en la respuesta a las catástrofes mediante satélites de observación de la Tierra son los siguientes

  1. Obstáculos políticos y jurídicos: Los países pueden tener políticas diferentes sobre el intercambio de datos de satélites, sobre todo si los datos son sensibles o están relacionados con la seguridad nacional. Esto puede retrasar o limitar el acceso a información crucial en situaciones de catástrofe.
  2. Brechas tecnológicas: No todos los países tienen el mismo nivel de acceso a la última tecnología de satélites ni la capacidad de procesar e interpretar los datos con rapidez. Esto puede crear desequilibrios en la rapidez con que algunos países pueden responder a las catástrofes.
  3. Intercambio de datos y coordinación:  La coordinación del intercambio de datos por satélite puede plantear problemas debido a las diferencias entre los sistemas de satélites, los formatos de los datos o las redes de comunicación.

Para superar estos obstáculos, organizaciones como la Comité de Satélites de Observación de la Tierra (CEOS) trabajar para garantizar que los datos se compartan libremente y sean accesibles en tiempos de crisis. La normalización de los formatos de los datos, la mejora de los acuerdos internacionales y el establecimiento de protocolos de intercambio rápido de datos pueden minimizar estos problemas y dar lugar a respuestas más coordinadas y eficaces ante las catástrofes.

Cambio climático

Europa viene experimentando un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos debido al calentamiento del clima. Esta tendencia obedece a varios factores:

El cambio climático: El calentamiento global está amplificando fenómenos extremos como olas de calor, inundaciones y tormentas. Las temperaturas más cálidas provocan una mayor evaporación, más humedad en la atmósfera y una intensificación de las precipitaciones.

Interrupción de la corriente en chorro: El calentamiento del Ártico está debilitando y desestabilizando la corriente en chorro, lo que puede provocar patrones meteorológicos prolongados en Europa, como olas de calor prolongadas o tormentas intensas.

Ciclones mediterráneos de tipo tropical (Medicanes): El aumento de la temperatura de la superficie del mar en el Mediterráneo puede crear tormentas similares a los huracanes que se observan en el Golfo de México, aunque a menor escala.

Urbanización y cambios en el uso del suelo: El aumento de la urbanización y la deforestación puede agravar los efectos de estos fenómenos, como el empeoramiento de las inundaciones repentinas y las islas de calor urbanas.

El aumento de las temperaturas ralentiza la corriente del Golfo al perturbar la circulación termohalina, que depende de los gradientes de temperatura y salinidad. Esta ralentización puede provocar tormentas más fuertes, la subida del nivel del mar en las costas estadounidenses e inviernos más fríos en Europa.

Las tecnologías de modificación del clima (por ejemplo, la siembra de nubes) existen, pero se limitan a efectos a pequeña escala, como el aumento de la lluvia a nivel local. La manipulación a gran escala, como la creación de tormentas, está más allá de las capacidades actuales.

Sí, la gente ha desarrollado algunas formas de influir en el clima, pero los efectos son limitados. Por ejemplo, la "siembra de nubes" consiste en añadir partículas diminutas (como yoduro de plata) a las nubes para fomentar la lluvia. Este método se ha utilizado en algunos lugares para aumentar las precipitaciones, especialmente durante las sequías. Sin embargo, no es 100% fiable y es imposible controlar totalmente dónde o cuánto llueve. Crear o controlar grandes fenómenos meteorológicos como los huracanes no es posible con la tecnología actual.

La ESA contribuye desarrollando y desplegando satélites (por ejemplo, Serie Sentinel en el marco de Copernicus) que vigilan las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación y la pérdida de hielo. También financia proyectos innovadores como el análisis de la captura de carbono, el control de las energías renovables y los sistemas de alerta temprana de fenómenos meteorológicos extremos.

Los satélites de la ESA miden la contaminación atmosférica (por ejemplo, NO₂, CO₂, metano), vigilan la salud de los océanos (por ejemplo, contaminación por plásticos, temperatura) y rastrean la deforestación o la desertificación. Estos datos ayudan a los responsables políticos a crear estrategias sostenibles, como proyectos de reforestación o iniciativas de calidad del aire urbano.

La investigación y la tecnología de la ESA se centran en aprovechar los sistemas de satélites de vanguardia para hacer frente al doble reto de la contaminación y el cambio climático. Satélites como Centinela-5P y Misión de vigilancia del CO₂ antropogénico Copernicus (CO₂M) miden las emisiones de CO₂ y metano a escala mundial. Estas herramientas ayudan a verificar el cumplimiento de acuerdos internacionales como el Acuerdo Climático de París. La ESA Proyecto GlobEmission combina datos de satélite con modelización para identificar y seguir las emisiones industriales en tiempo real. La ESA promueve la vigilancia de la calidad del aire urbano mediante datos de satélite y los integra con sensores terrestres para desarrollar diseños de ciudades más limpias. CryoSat-2 mide el espesor del hielo, mientras que Centinela-1 rastrea los movimientos de los glaciares. Estos datos son fundamentales para comprender el aumento del nivel del mar. Centinela-3 mide la temperatura de la superficie del mar y el color del océano para vigilar los ecosistemas marinos afectados por el cambio climático.

Los satélites y las técnicas innovadoras de teledetección se están haciendo indispensables para vigilar y gestionar la contaminación ambiental causada por las actividades humanas. En el ámbito terrestre, satélites como Centinela-2 puede vigilar la salud de los cultivos, detectar zonas excesivamente fertilizadas y cartografiar la escorrentía de nutrientes utilizando bandas espectrales sensibles a la vegetación y la humedad del suelo. Estos datos pueden orientar las prácticas agrícolas de precisión para reducir el impacto ambiental. Los satélites de alta resolución como WorldView-3 y Sentinel-2 pueden rastrear vertidos ilegales de residuos y controlar las emisiones industriales. En el ámbito marino, el SAR (por ejemplo, Sentinel-1) puede detectar vertidos de petróleo en la superficie del océano, incluso con mal tiempo o de noche, lo que permite una respuesta y unos esfuerzos de limpieza más rápidos. Las floraciones de algas causadas por un exceso de nutrientes (procedentes de fertilizantes) pueden rastrearse utilizando las concentraciones de clorofila-a medidas por el Instrumento de Coloración Oceánica y Terrestre (OLCI) de Sentinel-3. En general, la vigilancia continua contribuye a la formulación de políticas basadas en pruebas, como el establecimiento de límites a la escorrentía agrícola, las emisiones y la deforestación.

Abogar por el cambio a través de las redes sociales, participar en proyectos locales de sostenibilidad y promover la concienciación mediante la educación y el activismo. Los jóvenes pueden predicar con el ejemplo mediante estilos de vida sostenibles y presionando a los responsables políticos para que actúen.

Sí, es probable que aumente la demanda de expertos en teledetección debido al cambio climático. Las tecnologías de teledetección, como los satélites, los drones y los sistemas de imágenes aéreas, desempeñan un papel fundamental en:

  • Seguimiento de los cambios medioambientales: Detección de cambios en los glaciares, el nivel del mar, la deforestación, la desertización y la expansión urbana.
  • Predicción y respuesta ante catástrofes: Identificar señales de alerta temprana de huracanes, inundaciones, incendios forestales y sequías. Por ejemplo, la teledetección puede detectar zonas propensas a los incendios mediante el control de la sequedad y la temperatura de la vegetación.
  • Seguimiento de las emisiones de carbono: Cartografiar y cuantificar las fuentes y sumideros de carbono para contribuir a los acuerdos y políticas internacionales sobre el clima.
  • Evaluación posterior a la catástrofe: Evaluar el alcance de los daños y apoyar los esfuerzos de recuperación tras las catástrofes.

A medida que aumenten las repercusiones del cambio climático, los gobiernos, los investigadores y los sectores privados dependerán cada vez más de los datos de teledetección para las estrategias de mitigación y adaptación. El cambio climático está impulsando una necesidad urgente de datos precisos y en tiempo real sobre los sistemas de la Tierra para fundamentar la toma de decisiones, desarrollar estrategias de mitigación y predecir escenarios futuros. La teledetección se ha convertido en la piedra angular para afrontar los retos relacionados con el clima.

Preguntas sobre los proyectos de los equipos

Centinela-2 es ideal para ello. Sus imágenes multiespectrales incluyen bandas NIR y VIS, lo que las hace idóneas para el análisis de la vegetación y la comparación con las imágenes de drones. Los satélites Sentinel-2 vuelven a visitar cualquier lugar de la Tierra cada 5 díaspermitiendo un seguimiento casi en tiempo real de los cambios en la vegetación. Los datos de Sentinel-2 pueden utilizarse para calcular índices de vegetación como NDVI (Índice de vegetación de diferencia normalizada) y NDWI (Índice diferencial normalizado del agua) para detectar el estrés por sequía, la salud de los cultivos y las anomalías en la biomasa.

Sí, SAR (radar de apertura sintética) de Sentinel-1 puede detectar rasgos del subsuelo como tuberías o canales de agua, especialmente si se combina con mapas históricos de expansión urbana. Aunque su principal aplicación es la vigilancia de la superficie, la capacidad del SAR para detectar cambios estructurales y el contenido de agua bajo la superficie lo convierte en una herramienta útil en combinación con otros conjuntos de datos. Aunque su profundidad de penetración es limitada (de unos pocos centímetros a metros, dependiendo del tipo de suelo), puede detectar deformaciones superficiales causados por el movimiento de aguas subterráneas, erosión o vacíos subterráneos.

El polvo de barro, especialmente tras las inundaciones, puede contribuir a la contaminación atmosférica cuando se seca y se dispersa en la atmósfera. Para detectar y analizar esta contaminación se pueden utilizar sensores por satélite que vigilan las partículas de aerosol en la atmósfera. Centinela-5P (TROPOMI) es ideal para detectar contaminantes atmosféricos, incluidas partículas de polvo, aerosoles finos y materia particulada (PM). Mide Profundidad óptica de los aerosoles (AOD)que indica la concentración de partículas en el aire. Centinela-3 Rastrea la reflectancia de la superficie y las concentraciones de aerosoles. Puede identificar la dispersión de polvo sobre las zonas afectadas.

Las plantas necesitan agua para crecer, y las precipitaciones (como la lluvia) son una de las principales vías por las que la obtienen. Muy poca lluvia puede hacer que las plantas se sequen y dejen de crecer, mientras que demasiada puede inundar el suelo y dañar sus raíces. Los sensores de humedad del suelo son herramientas que miden la cantidad de agua que hay en el suelo. Los agricultores y los científicos utilizan estos sensores para asegurarse de que las plantas reciben la cantidad adecuada de agua, ayudándolas a crecer sanas y fuertes al tiempo que conservan el agua.

Los microplásticos son diminutos trozos de plástico que pueden flotar en el aire y depositarse en la tierra y el océano. Estas partículas pueden absorber el calor del sol, lo que podría contribuir a calentar la atmósfera. También pueden afectar a la formación de nubes al servir de diminutas "semillas" para las gotas de agua, lo que podría cambiar los patrones meteorológicos. Aunque los científicos aún están estudiando todos sus efectos, los microplásticos se suman a los problemas causados por la contaminación y el cambio climático.

El polvo de barro, especialmente tras las inundaciones, puede contribuir a la contaminación atmosférica cuando se seca y se dispersa en la atmósfera. Para detectar y analizar esta contaminación se pueden utilizar sensores por satélite que vigilan las partículas de aerosol en la atmósfera. Centinela-5P (TROPOMI) es ideal para detectar contaminantes atmosféricos, incluidas partículas de polvo, aerosoles finos y materia particulada (PM). Mide Profundidad óptica de los aerosoles (AOD)que indica la concentración de partículas en el aire. Centinela-3 Rastrea la reflectancia de la superficie y las concentraciones de aerosoles. Puede identificar la dispersión de polvo sobre las zonas afectadas.

Cómo trabajar con datos de satélite
  1. Identifique los detalles del acontecimiento
  • A partir del artículo de noticias, determine lo siguiente:
    • Lugar del acontecimiento (por ejemplo, ciudad, región o coordenadas).
    • Fecha del acontecimiento (o intervalo de fechas en torno a la catástrofe, por ejemplo, inundaciones, incendios forestales).
  • Por ejemplo: El 31 de octubre de 2024 se produjo una inundación en Valencia, España.
  1. Acceso a la plataforma Copernicus/Sentinel
  • Navegue hasta una herramienta que proporcione acceso a los datos de Sentinel:
    • Navegador EO Copernicus
    • Sentinel Hub Navegador EO
  1. Establecer el área de interés (AOI)
  • Utilice la interfaz cartográfica de la plataforma para seleccionar la zona afectada.
    • Por ejemplo, en Copernicus EO Browser:
      1. Buscar una ubicación: Desplácese hasta la zona del mapa en la que desea visualizar los datos.
      2. Dibujar una AOI: Define una caja o polígono alrededor de la región afectada.
  1. Especifique el intervalo de tiempo
  • Establezca el intervalo de fechas o vaya a una fecha anterior al suceso para incluir el día de la catástrofe y los días anteriores/posteriores para comparar las imágenes anteriores y posteriores al suceso.
  • Ejemplo: Para una inundación el 31 de octubre de 2024:
    • Fecha de inicio: 10 de octubre de 2024.
    • Fecha de finalización: 10 de noviembre de 2024.
    • También puede visualizar una fecha anterior a los acontecimientos y desplazarse por las imágenes a través y después del acontecimiento.
  1. Seleccione el satélite y el tipo de datos
  • Elija los productos de datos Sentinel pertinentes en función del tipo de catástrofe:
    • Sentinel-1 (SAR): Excelente para detectar inundaciones y controlar la extensión del agua porque puede penetrar las nubes.
    • Sentinel-2 (óptico): Útil para evaluar los daños al terreno, la vegetación y las infraestructuras, pero se ve afectado por las nubes.
  • Ejemplo: Si la catástrofe ha implicado fuertes lluvias y nubes, priorizar Centinela-1.
  1. Visualizar las imágenes
  • Abra las imágenes de satélite para observar la zona afectada por la catástrofe.
    • Utilice capas preconfiguradas (por ejemplo, "Falso color" para la vegetación o "Detección de inundaciones" para el agua).
    • Compare las imágenes del antes y el después con las herramientas "Comparar" o "Deslizar".
  1. Descarga de datos (opcional)
  • Si necesita un análisis más profundo, descargue los datos para utilizarlos en programas como QGIS o ArcGIS.
  • Los formatos suelen ser GeoTIFF, JPEG o productos de datos Sentinel sin procesar.
  1. Analizar e interpretar
  • Busque signos visibles de la catástrofe:
    • Inundaciones: Zonas cubiertas de agua (oscuras en SAR o brillantes en False Color Composite).
    • Incendios: Cicatrices de quemaduras o penachos de humo.
    • Desprendimientos: Cambios en el terreno o en la cubierta vegetal.
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.