Título del proyecto: CANTABRIA CAMBIA DE COLOR

Equipo: SAFADETECTIVES

Sagrada Familia   Herrera de Camargo   ESPAÑA   40 Edad del alumno: 14-15 años, 16-17 años

¿Por qué los ganaderos tienen que alimentar a su ganado en verano con el forraje reservado para el invierno?

El actual cambio climático está afectando negativamente al tiempo en Cantabria, alterando el ciclo natural de las precipitaciones. A pesar de que la región tiene un clima suave, con temperaturas, vientos y precipitaciones estables, el sector agrario, especialmente el lácteo, se está viendo afectado, con un descenso en el porcentaje de producción ganadera y agrícola. La sequía primaveral del año pasado causó gran preocupación entre los ganaderos, que no disponían de suficientes pastos para su ganado. Como consecuencia de la falta de lluvias, los ganaderos han tenido que utilizar el forraje reservado para el invierno para alimentar a sus animales durante el verano, ya que los verdes prados de Cantabria parecían una estepa. Además, los agricultores de la región han recurrido constantemente al riego, y algunos pueblos han tenido incluso que imponer cortes de agua.
Para investigar y encontrar soluciones para evitar que Cantabria pierda su exuberante paisaje verde, se realizó un estudio comparativo de la temperatura y precipitación en cuatro meses del año durante los últimos 20 años, utilizando datos de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología). Además, con datos e imágenes obtenidas del satélite EO Browser de la ESA, se evaluó el nivel de clorofila y NVDA en varias regiones de la zona, examinando cómo variaba el índice de color con la estación y cómo ha disminuido en los últimos años.
Por último, se realizaron entrevistas a ganaderos cántabros para recoger sus experiencias y opiniones. Con la información obtenida se comparó el precio del forraje comprado por los ganaderos del Norte de Castilla y León con los niveles de precipitación de los últimos años, observándose la tendencia de incremento de costes y escasez de lluvias.

Utilizando datos de la Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, se ha realizado un estudio de aproximadamente 20 años, tomando temperaturas de diferentes meses del año coincidiendo con los cambios estacionales. Comparando gráficas de un año a otro, se observa que no hay una gran variedad en los resultados ya que la temperatura analizada es una media. Se observa que en algunos meses ha llovido mucho menos que en otros, pero son fechas puntuales. Con el análisis de las precipitaciones ocurre algo similar. Observando los datos, se ha comprobado que puede haber menos precipitaciones en el mismo periodo, pero no en cantidad, ya que cuando llueve, lo hace más que antes.
Por otro lado, utilizando el satélite EO BROWSER, se ha realizado el análisis del coeficiente NVDA, que mide el índice de clorofila durante diferentes zonas de Cantabria. Se ha comprobado, en base al índice de color, que en estos casos, sí varía, tanto en los años, es decir, actualmente, es menor que hace 10 años, como entre los meses de verano e invierno, en este caso, se observa un mayor contraste.
En las entrevistas con los ganaderos, éstos creen que el cambio climático se está notando, no sólo en los pastos o la temperatura, sino también en los precios de los piensos que utilizan. Las explotaciones ganaderas de Cantabria compran los forrajes, veza y alfalfa de la zona norte de Castilla y León, fronteriza con Cantabria. Así, utilizando datos oficiales del sector primario de Castilla, se ha comprobado que en los últimos tres años existe una tendencia al alza de los precios de los forrajes debido a la escasez de precipitaciones.
Aunque la accesibilidad a los datos ha sido complicada y poco concluyente, podemos afirmar que el cambio climático se deja notar, y hay que plantearse diversas medidas para evitar que los colores verdes de Cantabria desaparezcan.

Se ha llegado a la conclusión de que es necesario mejorar la accesibilidad a los datos climatológicos para que los ciudadanos puedan conocerlos.
Es importante seguir apoyando y dando visibilidad al trabajo y a los trabajadores del sector primario por su importancia dentro de nuestro entorno. Además, la plantación y reforestación son importantes para mantener los ecosistemas. Los árboles son sumideros naturales de carbono que absorben grandes cantidades de carbono. Cuando los árboles se pierden, el carbono que retienen se libera a la atmósfera, aumentando el efecto invernadero responsable del cambio climático. Siguiendo la misma línea, se deben hacer cortafuegos en los bosques para que los incendios no se propaguen tan rápidamente y así mantener los bosques. Ya que los incendios son una de las causas que acaban con la fauna y la vegetación de la zona, causando daños al suelo. Por otro lado, se podrían crear depósitos de agua para el aprovechamiento del agua de lluvia y así poder utilizarla para el riego.

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